
En la construcción moderna, la armadura de acero es un elemento fundamental, indispensable en todo tipo de edificaciones, desde imponentes rascacielos hasta sinuosas avenidas. Sus propiedades físicas únicas la convierten en un componente clave para garantizar la seguridad y la durabilidad de los edificios.
La varilla corrugada, nombre común de las barras de acero corrugado laminadas en caliente, debe su nombre a la superficie corrugada. Su sección transversal es típicamente circular, con dos nervios longitudinales y nervios transversales equidistantes a lo largo de su longitud. Los nervios transversales tienen forma de media luna y no se intersecan con los nervios longitudinales. Esta textura superficial única no solo refuerza la adherencia entre la varilla y el hormigón, sino que también mejora significativamente su resistencia a la tracción y la estabilidad general en las estructuras de edificios. La varilla corrugada se fabrica generalmente con acero estructural al carbono o acero estructural de baja aleación y se presenta en una amplia gama de diámetros, desde 6 mm hasta 50 mm, para adaptarse a diversos requisitos de construcción.
La varilla corrugada posee propiedades mecánicas superiores, aprovechando al máximo las propiedades del acero durante la tensión, lo que la hace superior a la varilla corrugada común. Su superficie recibe un tratamiento que forma una gruesa capa de óxido, lo que le proporciona resistencia a la corrosión y prolonga su vida útil. Además, se puede cortar fácilmente a las longitudes deseadas mediante mecanizado, lo que facilita las operaciones de construcción.
Las barras de refuerzo se clasifican de diversas maneras. Según la norma china (GB1499), se dividen en tres grados según su resistencia (límite elástico/resistencia a la tracción): HRB335, con una resistencia de 335 MPa, adecuada para estructuras de construcción en general; HRB400, con una resistencia de 400 MPa, adecuada para estructuras que soportan cargas mayores; y HRB500, con una resistencia de 500 MPa, que ofrece una resistencia a la tracción y a la torsión excepcionalmente alta, adecuada para proyectos de ingeniería especializados. Las barras de refuerzo se pueden clasificar en laminadas en caliente y laminadas en frío según su método de producción. Las barras laminadas en caliente se producen a partir de láminas de acero coladas en continuo o laminadas inicialmente, ofreciendo ventajas como alta resistencia, buena ductilidad y excelente adherencia al hormigón. Las barras laminadas en frío, por otro lado, se producen a partir de bobinas laminadas en caliente, decapadas para eliminar la cascarilla y luego laminadas en frío. También presentan alta resistencia, buena ductilidad y una fuerte adherencia al hormigón. Según su aplicación, se puede dividir en barras de refuerzo ordinarias para hormigón armado y barras de refuerzo tratadas térmicamente para hormigón pretensado.
La armadura de acero se utiliza en diversos campos de la construcción y la ingeniería. En la edificación, se emplea comúnmente para reforzar y unir vigas, columnas, losas y otros componentes de estructuras de hormigón armado, mejorando su estabilidad y capacidad de carga. En ingeniería civil, sirve como material de refuerzo y unión en puentes, túneles y carreteras, mejorando su estabilidad y resistencia sísmica. En ingeniería ferroviaria, se utiliza para fijar y unir los raíles, garantizando un funcionamiento fluido. En minería, se emplea frecuentemente como material de refuerzo y soporte, sosteniendo techos y paredes de minas. Incluso se utiliza en la decoración arquitectónica para crear elementos decorativos como pasamanos, barandillas y escaleras, combinando estética y durabilidad.
La producción de barras de refuerzo exige garantizar la continuidad entre cada proceso. Este proceso se divide generalmente en fabricación de hierro, fabricación del acero principal y acabado. Las tecnologías clave de producción incluyen el tratamiento térmico posterior al laminado, la producción de acero de grano fino, el corte y laminado, y el laminado sin agujeros.
La varilla corrugada también ocupa una posición importante en el mercado. Sirve como indicador clave del desarrollo del sector de la construcción, y sus fluctuaciones de precio tienen un impacto directo en las empresas proveedoras y distribuidoras de la cadena de valor del acero. Para los productores de acero, el aumento de los precios de la varilla corrugada se traduce en mayores márgenes de beneficio; para las empresas constructoras y promotoras inmobiliarias, las fluctuaciones de precio impactan directamente en los costes de construcción. En 2023, los precios de la varilla corrugada en mi país fluctuaron entre 3.600 y 4.500 yuanes/tonelada, alcanzando su punto máximo a mediados de marzo. Desde finales de marzo hasta finales de mayo, los datos del sector inmobiliario no cumplieron con las expectativas del mercado. Aunado a una caída generalizada de los precios del carbón en el mercado interno tras la mitigación de la crisis energética internacional, los precios de la varilla corrugada cayeron rápidamente. En noviembre, una serie de políticas, incluidas las relacionadas con los bonos del gobierno por valor de billones de yuanes y el sector inmobiliario, impulsaron significativamente el ánimo del mercado y propiciaron una recuperación de los precios de la varilla corrugada. Mientras tanto, las condiciones climáticas favorables en el sur del país han generado cierta actividad acelerada, pero la demanda general se mantiene fuerte. En diciembre, impulsados por el aumento de los precios de las materias primas y las políticas macroeconómicas, los precios de las barras de refuerzo fluctuaron en torno a los 4.100 yuanes/tonelada, alcanzando los 4.090,3 yuanes/tonelada el 29 de diciembre.
La armadura de acero, pilar fundamental de los proyectos de construcción, destaca en diversos ámbitos gracias a sus características únicas, influyendo en el desarrollo del sector. Su evolución continuará con los avances tecnológicos y el desarrollo de la industria.
Hora de publicación: 18 de agosto de 2025
